LA GIRA A LA ETERNIDAD DEL GRAN RAMON AYALA

08.12.2023

La luz del litoral emprendió el viaje eterno al inmortalidad. A los 96 años nos dejó el Mensú músico , compositor , poeta y  pintor 

Ciento de miles de veces escuchamos en distintas voces el cantar popular de "Río, río, mío, mío, dame sueños, dame, que quiero vivir" la copla de "El cosechero" recorrió por generaciones los rincones de la patria.  Muy conocido y querido , aunque también muy poco conocido porque hay muchos que lo conocen por sus melodías pero cuando lo veían personalmente no sabían que el hombre del bigote y sombrero era realmente quien hizo esos temas tan conocidos ; el mismísimo Ramón Ayala. Aquel prócer de la cultura nacional que nos delito como compositor , poeta y pintor. 

En voz de quienes lo frecuentaban decían que en sus charlas hablaba de  sus viajes por el mundo, como cuando en Cuba, había conocido al Che Guevara y descubrió  que los revolucionarios cantaban sus canciones. En su faceta de pintor mostraba en sus colores tropicales su paso por África, donde había vivido aventuras repletas de anécdotas . Hablando de colores , el icónico fotógrafo y cineasta Marcos López lo  retrato en una película que lleva su nombre.  

Precursor en los 60 inventó el ritmo del "Gualambao" esta compuesto por dos elementos bien distintivos: la melodía guaraní y el ritmo afro. De esta manera, esta combinación impulsado por el mismo Ramon Ayala desde su provincia de Misiones natal como el inventor y promotor de un ritmo único en Latinoamérica.

Los homenajes se hacen en vida y la extensa trayectoria de Ramón hizo que eso ocurriera en varios escenarios desde el histórico Yupanqui en la plaza prospero Molina de Cosquin , al emblemático Teatro Cervantes pasando al CCk.   Esta celebración es una de las mas emblemáticas de su trayectoria porque el mismo Ayala con su avanzada edad pudo deleintarse con una primera parte en la que una orquesta de cuerdas interpretó una selección de gualambaos y una segunda parte repleta de invitados del corazón de Ramón Ayala.

"El viejo río que va", esa frase tan popular del "El cosechero" fue el nombre elegido para darle color y forma a este homenaje en vida.